* Sin cambios urgentes se colapsarán finanzas públicas y familiares, advierten expertos
Lino Calderón y Karina Narváez
Ante las fuertes declaraciones de un estudio de la Fundación Ditchley de Inglaterra sobre México, por la creciente desigualdad l y concentración de la riqueza, se sumaron más voces que alertan que está muy cerca un estallamiento social parecido a lo que sucede en los países del Magreg, y que agregan que el modelo económico aplicado desde hace más de 25 años esta agotado.
Tal lo demuestra el fracaso real del la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) en donde se han impuesto los intereses estratégicos y la agenda de Estados Unidos. Los temas importantes para México como migración, desarrollo regional y competitividad recibieron una atención apenas retórica, mientras se impuso el tema de la seguridad, definida e impulsada por las administraciones de Bush, Obama y de Calderón a conveniencia de los postulados políticos de un grupo de poder muy específico, indican un trabajo de Jorge A. Calderón Salazar, investigador universitario.
Por su parte Oscar Ugarteche Galarza, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, ha reiterado que la crisis reciente es la expresión más clara de un modelo de crecimiento económico global que, lejos de haber sido modificado, continúa vigente, además de que el país requiere de cambios tecnológicos profundos que resuelvan el problema ambiental, de desarrollo y la definición de producción, para salir pronto de la crisis económica.
Los investigadores han reiterado que las clases populares aumentan alarmantemente su odio a las clases políticas ante la pobreza reinante en el país ya que el modelo económico está colapsando las finanzas familiares. Además agregan que las finanzas de empresas ya se encuentran en proceso de colapsarse, tal como se encuentran las finanzas públicas del país.
El investigador consideró necesario que el Estado optimice las condiciones salariales, fomente una política de desarrollo industrial y distribuya mejor el ingreso para activar nuevamente el mercado interno y ha resaltado que desde 1930 el país no había experimentado una crisis como la actual.
Por ello, alertó que si México se apega al ritmo de Estados Unidos, el crecimiento será mínimo durante el resto de la década, pues persistirá un sector exportador dinámico con el resto de la economía 'desenganchada'.
Indicó que la crisis comenzó por la subvaloración de activos y préstamos hipotecarios en Estados Unidos, la siguiente fue con el cierre de los créditos entre los bancos estadunidenses, y en el momento en que se generalizó, ya se había cerrado el comercio internacional.
Tan sólo en 2009, agregó, las transacciones externas cayeron 30 por ciento al comenzar una recesión mundial, donde las economías con una estrecha relación con el vecino país del norte se desplomaron en grandes proporciones y, en general, todas sufrieron un golpe, incluso las asiáticas.
El académico indicó que, al mismo tiempo, se ha abierto un problema institucional internacional: el ángulo que permite el funcionamiento de dicho esquema, porque se trata de un paradigma montado en el uso de un tipo de cambio depreciado, en promedio, 30 por ciento para el grueso de las economías del orbe.
Al hablar sobre la crisis económica global, el universitario preguntó: "Si el dueño de la hegemonía tiene problemas con su moneda, ¿qué tan hegemónico es? Ésta es una recesión que expresa el problema del modelo de la divisa y de un orden mundial ya caduco".
Asimismo, agregó que este fenómeno no fue producto de la crisis inmobiliaria, como se dijo al principio, sino del cierre del crédito en dólares, a consecuencia de la pérdida de confianza en la banca de inversión estadounidense.
En su oportunidad, Luis Sandoval Ramírez, también investigador del IIEc, consideró necesario ubicar el periodo actual en un contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial; a partir de esa fecha, y hasta principios de los 70, hubo un proceso de expansión del capitalismo. Sin embargo, después de 1973, los problemas del modelo capitalista se incrementaron y los ritmos de crecimiento económico decayeron.
"En las últimas dos décadas se agudizaron las crisis que, primero, fueron nacionales, después regionales y, a partir del año 2000, globales", apuntó.
Problemas de economía se agudizan
Ahora vivimos un proceso de recuperación que, a decir de muchos analistas, no será prolongado, porque creen que después vendrá otra caída, incluso más profunda que la de 2007, pues los problemas de la economía capitalista no sólo persisten, sino se agudizan, destacó.
Por su parte, José de Jesús Rodríguez Vargas, profesor de la Facultad de Economía, resaltó que la recesión financiera, bancaria y bursátil ha concluido, en general, y en muchos países.
"Sin embargo, es preciso aclarar que se trata de una crisis coyuntural, cíclica, concepto importante para entender este fenómeno mundial. Es necesario reconocer que, desde el punto de vista técnico, se puede definir el momento en que empieza y termina una inestabilidad con base en indicadores como la producción industrial, el PIB, los valores bursátiles y el comercio".
Falta de inversión talón de Aquiles
La falta de inversión en el país representa el talón de Aquiles de la economía mexicana, lo cual se refleja en poco crecimiento y pobre creación de empleos, afirmó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Dicho consejo destacó que Brasil, nación muy similar a México, pero con condiciones macroeconómicas inferiores, cerrará 2010 con un crecimiento de 20.6 por ciento en inversión privada y mientras el país alcanzará apenas 4.4 por ciento de alza en dicho rubro.
"Sin duda, la falta de inversión es uno de los talones de Aquiles que necesitamos atender con urgencia. No estamos invirtiendo lo suficiente y de manera constante, lo que genera escenarios de altibajos que nos impiden desarrollarnos internamente y contar con un blindaje frente a los escenarios internacionales", señalan los empresarios.
Es de recordar que la inversión privada en México cayó 6.7 por ciento en 2008 y 13.8 por ciento en 2009, con lo cual, urgió a dar mayor certeza al sector privado, quienes están dispuestos a desembolsar recursos monetarios en el país.
Por ello, la imposibilidad de participar en sectores como el energético, detienen un crecimiento extra de 3 por ciento del capital privado y se generaría un millón de empleos; asimismo, el retraso en la aprobación de las Asociaciones Público Privadas pone en riesgo el destino de mayores recursos mexicanos en el país.
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