Con tinta indeleble...
Héctor Saúl Téllez Hernández*
Felipe Calderón
Felipe Calderón se distinguió por ser ordenado y disciplinado en las decisiones de política financiera. La prudencia lo llevó a hacer de México un país fuerte económicamente y con niveles de deuda controlada.
Defendió a México del golpe mundial que sufrió en 2009 por la recesión financiera y enfrentó costos políticos. Felipe Calderón ajustó impuestos, precios y tarifas en el sector público para amortiguar los efectos de la crisis, así como decidió extinguir Luz y Fuerza del Centro, una empresa ineficiente contaminada del cáncer de la corrupción.
En su sexenio, insistió en generar certidumbre económica a los mexicanos con una política fiscal responsable. La confianza que alcanzó México desde el Gobierno Federal lo hizo candidato a una línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional por 72 mil millones de dólares.
Hoy, el promedio de vencimiento de la deuda total del sector público pasó de 1.5 años a 7.4 años. La deuda externa neta del Gobierno Federal en relación al Producto Interno Bruto pasó también de 7.3 a 5.3 por ciento.
Las reservas internacionales de México superan los 136 mil millones de dólares con lo cual es posible pagar hasta dos veces el total de la deuda pública del Gobierno Federal.
Los desequilibrios fiscales en Europa y Estados Unidos nunca afectaron a México. Sin duda, son logros evidentes que acompañarán a Felipe Calderón hasta en la historia del país.
El paso de Agustín Carstens, Ernesto Cordero y José Antonio Meade por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público fue clave para capitalizar un entorno de seguridad y estabilidad en un marco macroeconómico mexicano.
Al nuevo gobierno de México le quedará el beneficio de la duda por mantener lo hoy obtenido y ofrecerle al mexicano certeza de su futuro.
Diputado Local en Tlalpan
Presidente de la Comisión de Hacienda en ALDF
Twitter: @hector_saul1
Correo electrónico: hecsatell@yahoo.com.mx
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