Reprochan a Calderón saldo rojo de guerra contra el crimen
Nadia Naciff Suárez
Un reclamo generalizado de la sociedad hidalguense al gobierno federal que encabeza Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, surgió entre ciudadanos, luego de que se confirmara que entre más de 125 cuerpos rescatados de narcofosas tres corresponden a ciudadanos de Hidalgo.
Las manifestaciones de rechazo surgieron en diversos puntos e instancias del estado, como el Hospital General de la capital de la entidad, donde han debido acudir un sinnúmero de familias tras ser víctimas de delincuentes que, además de hurtarles, les han lesionado.
Tal es el caso de habitantes de distintas comunidades de la cabecera municipal de Zempoala, donde el fin de semana anterior y luego de sorprenderlos durmiendo, simplemente fueron acribillados por presuntos integrantes del grupo criminal Los Zetas, que tras su felonía se dieron a la fuga del lugar de los hechos.
Atemorizados, pero con rencor y coraje reflejado en el rostro, cuestionaron el saldo rojo que la "lucha" por el territorio deja a su paso, donde los paganos deben ser ciudadanos de todos los estratos sociales que ahora deben vivir mutilados o desfigurados por la acción de bandas criminales.
En ese lugar surgieron, por ejemplo, preguntas sin respuesta sobre quién absorberá gastos funerarios, porque no sólo se puede llorar a los muertos. O quién curará las heridas y lavará la sangre de personas inocentes que se han visto involucradas en los incidentes de violencia sin merecerlo.
Recriminaron las afirmaciones presidenciales en torno al ¡ya basta! emitido por la figura de Felipe Calderón y sus afirmaciones sobre que los criminales y delincuentes quieren atemorizar a la sociedad, preguntando el porqué entonces no exponen los cuerpos.
"Es extraño que, a pesar de lo que dice el presidente, no los exhiban y sí hayan sido enterrados en narcofosas, pues el temor surge de verlos".
En las recriminaciones ya incluso participan menores de edad y niños, quienes cada vez más se acostumbran a las escenas de violencia, terror y dolor que a diario se transmiten en los noticieros y lo asumen como una parte cotidiana de su vida, del México que se vive hoy.
"Aún dentro de nuestra pobreza afrontaremos el costo de esta lucha que por nosotros no inició -y por cierto nunca nos consultaron-, sino por un equipo federal, del que no se ven precisamente resultados, pero sí exigencias y discursos", afirmó ciudadano recientemente herido de bala que le desfiguró el rostro en "visita" que a su propio hogar le hicieron los rateros.
Así, la indignación popular que se manifiesta públicamente versa sobre una administración federal de total incapacidad, por lo que el augurio social es que las cosas podrán ir de mal en peor.
Pie: Le reviraron el ¡ya basta!
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